Jorge García, 47 años siendo bombero en Coatzacoalcos

 

Heidi Castellanos

 

Coatzacoalcos, Ver.

“A cualquier bombero nos pega mucho la pérdida de una vida, pero sobre todo la de un niño, de un niño si nos pega muchísimos, y desgraciadamente me ha tocado, desgraciadamente”, expresó el comandante de bomberos, Jorge García Cruz.

 

Hace 48 años se creó el honorable cuerpo de Bomberos del municipio de Coatzacoalcos, un año después, en el año 1976, llegó Jorge García Cruz, quien lleva 47 años de servicio en esta noble labor, asegura que nació para ser bombero.

 

Recuerda que, en aquella época, la corporación inició al mando del primer comandante Adolfo Zugasti Sarmiento, el segundo comandante fue Luis Gerardo Gómez López y él se convirtió en el tercero, siempre de pie ante la emergencia y capacitando a las nuevas generaciones, que también se apasionan por esta labor.

 

“Es parte del trabajo preparar a las personas nuevas para que sigan laborando y tengan experiencia y hagamos un buen equipo”, expresó.

*LAS EXPLOSIONES DE CLORADOS*

 

Durante todos los años que ha estado al servicio, Jorge García ha presenciado diversos acontecimientos, entre ellos las dos explosiones que han marcado la historia de Coatzacoalcos, la de Clorados III, en el año 1991 y en 2016.

 

Recordó con tristeza que, en la última, un compañero del cuerpo de bomberos perdió la vida, y expuso que la mayoría están expuestos a ello, porque en cada emergencia siempre hay riesgos.

 

“Desgraciadamente dos veces, en la última un compañero voluntario ahí falleció también”, recordó.

 

*LA FAMILIA Y EL BOMBERO*

 

García Cruz, expuso que esta labor es desgastante tanto física como mentalmente, pero, además son jornadas de trabajo extenuantes, porque los bomberos deben estar disponibles las 24 horas, lo que a veces complica compaginar su labor con la familia, se pierden fechas especiales y sobre todo la convivencia con sus hijos, que para muchos es común.

 

Sin embargo, la familia siempre se muestra orgullosa de tener a un “Héroe sin capa” en casa, y siempre está el reconcomiendo y admiración de las personas, sobre todo de los niños.

 

“Muy difícil, muy difícil la verdad porque le quitamos mucho tiempo a la familia de convivir, principalmente con nuestros hijos”, agregó.